lunes, 18 de junio de 2007

ALGUNOS ESCRITOS

LLUEVE


Llueve...Las gotas caen sobre mi soledad...Atraviesan las chapas de cinc, partiendo la monotonía de mi tristeza.
Atiendo el teléfono esperanzado...Es solo el pedido para que cierre la ventana...
Chau esperanza...
Me hundo nuevamente en la espera...
Espero...¿Qué espero..? Pero espero...Lo bueno o lo malo, para que venga a liberarme de la intriga ; a sacarme la duda de si es verdad o no , que la vida se ensaña conmigo...
¡Puede un mortal, recibir tanto pesar...!
¿Acaso...”No han de ser tus caídas tan violentas, ni tampoco por ley han de ser tantas..”?
Llueve..Esclavo insomne, me ahogo en la diatriba...Me inundo...Me oprime...
Despierto...
Recojo la lapicera del suelo..El papel en blanco...Abro la ventana...Afuera el sol...El aire es puro...

DE TRENES

Estábamos en el tren para el regreso, luego de la rutina diaria.
Éramos caras conocidas del trajín, no más...Solo compañeros de viaje.
Ese día, como siempre, el retraso ya comenzaba a pesar.
En los tonos del habla se percibía el malestar; se sentía la sensación de ahogo acostumbrada.
Se decían cosas intrascendentes, o quizás tan redundantes, que las convertían en intrascendentes.
-¡Que le vamos a hacer, estamos en la Argentina..! Acá el tiempo perdido, del otro,
no tiene valor...
-Así es, en los países del primer mundo, el “ time es money”
-Si, todo funciona como un relojito ...A tiempo...
-Exactamente...El otro día me contó un amigo de un amigo de mi hermano, de una severa sanción a una compañía de transporte, que tuvo un retraso de cinco minutos...
-¡Y por supuesto..Para ellos, cinco minutos es una eternidad..!
Silencio...Nuevo malestar...
Hojeos al “gratis” y decadente periódico, que antes de subir, un aburrido hombre con cara de nada, nos entregó, con un movimiento exageradamente ágil, como queriendo bajar en una sola entrega , la alta pila a repartir.
Casi coreográficamente, nos vemos levantando ese diario...Nuestras cabezas se hunden y desaparecen entre los titulares a colores...
Un ensordecedor chirrido, al parecer una máquina frenando bruscamente, hace que asomemos las cabezas. Exactamente, la máquina va a parar en la estación terminal...¿ Pero no viene muy rápido..? Siguen los chirridos y esperamos el impacto...Nada sucede...Se detiene.
Silencio, que se corta con estruendosos aplausos...Los periódicos en los asientos...Cabezas asomadas por las ventanillas...Algunos vamos a ver de que se trata...
De la máquina bajan a dos personas malheridas, a medio cubrir con unas mantas, sobre unas camillas teñidas de sangre...
Un niño pelirrojo, que no supera los doce años, sonríe tras sus pecas...Bajan mas aplausos...
Alguién dice.: -¡Los encontró en la ruta..Se accidentaron con el coche, el chico los subió a su carro, los llevó a la estación para que los trajeran acá, porque el mejor hospital está cerca..!
El niño levanta tímidamente su brazo, saludando..Una anciana lo besa en la frente..El niño se emociona...Mas aplausos...
Nuestro tren silba, va a salir...Corremos desesperados y alcanzamos a subir en el último vagón, ya en marcha...No me puedo acomodar en el asiento, por un cimbronazo...Algo anda mal...Me asomo...
¡El vagón se desprendió de la caravana, y en forma misteriosa, observo como toma otra vía...!
El tren se aleja...Con la fuerza del envión, el vagón estaciona a doscientos o trescientos metros...Me veo absorto con mi cabeza fuera, tratando de entender que pasa...Miro a mi alrededor...Estoy solo...
¡Juraría que había mas gente en el vagón cuando subí..!
Veo solamente unos periódicos sobre los asientos...
Vuelvo a asomarme por la ventanilla...
¡ Diós, ¿Dónde estamos..? o ¿ Donde estoy..?
El lugar es descampado...Solo se ve el horizonte..
Asombrado, sudoroso y pálido, eso dice de mi el ajado espejo que costea la puerta...Casi no me reconozco...Bajo del vagón...
Ya anochece y hasta el horizonte comienza a hacerse indistinguible.
Algunas luces destellan a lo lejos...Camino hacia ellas...
Miro la hora en mi reloj pulsera..19.05...¿¡ Que hago acá..!? Ya tendría que estar llegando a mi casa...19.15...19.30, llego todos los días...
Y camino, camino mucho, sin alcanzar las luces...Mi reloj sigue marcando las 19.05. ¿ Se rompió..? ¿Se agotó la pila..?
Llego a una ruta muy transitada. Trato de parar a algún automóvil..Nadie para...
Me siento incómodo, mojado, sucio...Miro mis zapatos; son un bodoque de barro y pasto...Mis pantalones registran cortes, semejantes a los de un náufrago, tal como se los ve en las películas. Sacudo mi pelo y una nube de polvo empaña mi vista..
¿Cómo llegué a este estado..?
Un automovilista para...
-¿Qué le pasó amigo..?-Escucho-
-Creo que me perdí..-conteste sin razonar-
-Suba que lo alcanzo al pueblo...
¿¡ Al pueblo..!?-Pensé...¿Qué pueblo..? Si hacía unos instantes, un tren salía de la gran estación central, rumbo al sur...Donde unía ciudades superpobladas...Como lo era la ciudad donde yo vivía..Donde la palabra pueblo había entrado en desuso desde hacía décadas...
Todo esto me lo preguntaba, mientras no soltaba el picaporte de la puerta...
Subí...Creo que no me quedaba otra.

La imagen de un niño pelirrojo y pecoso, tirando de mi cuerpo, vino a mí, y se desvaneció en un instante...
Luego los aplausos y la camilla...Levanto mi brazo izquierdo con mucha dificultad,
Toco mi rostro...Mi mano queda totalmente ensangrentada...
Escucho el silbido de un tren que partía y el correr de la gente sobre el terraplén...
Fue lo último que escuché, antes de volver a perder el conocimiento...


A TU ADOLESCENCIA


Ahora que te aburre compartir nuestra presencia…
Que un mundo nuevo descubriste,
oculto tras tu piel, que crece…

Ahora que la angustia de dos pobres viejos,
se entremezclan con la alegría del reencuentro,
de esos cortos períodos de estar juntos…

Ahora que los dos desconfiamos,
de que alguien te robe la pureza…
Y que el temblor del cuerpo arrebata
nuestras torpes acciones, malheridas,
por el pensamiento y el amor de padres.

Ahora que estamos reaccionando,
de que tu niñez va pasando…
Y que la ley de la vida se cumple a rajatablas…

Ahora que los aromas de tu cuarto,
son mas profundos en tu ausencia..
Y la humedad de las lágrimas, moja tus juguetes
sin premeditado intento…

Ahora que los dos comprendemos
lo que nuestros padres sintieron,
y a tu edad no entendimos…

Ahora que la cajita de cristal,
se rompió con tu vuelo,
de libertad y sueños…

Ahora esperamos impacientes…

Que nuestras huellas y las tuyas,
se encuentren en un abrazo de palabras,
que nos debemos…Porque al madurar los tres,
el amor…Recuperará la calma.

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